Cuánto te extraño...

Cuánto te extraño...

Photo Sharing and Video Hosting at PhotobucketHace muchos años que no venía por aquí. Aunque han cambiado los colores de los negocios de alrededor, sigue siendo el mismo lugar. Es un mercado de la colonia Agrícola Oriental, al que de niño acostumbraba visitar. Al llegar a la entrada del mercado, recuerdos vinieron a mi mente, el carrousel en el que Ella me dejaba subir seguía ahí. Entro al mercado y recorro los pasillos, paso por las verduras, las frutas y reconozco al señor al que siempre le compraba, su marchante¸ que cuando Ella regresaba de Tijuana siempre le decía “ándele Mister, no sea así, está muy caro”.

el puestito de juguetes

Continuando mi recorrido, llegué a un puestito de juguetes. Es el mismo puestito, no ha cambiado más que los tipos de juguetes. En ese momento, volteé a todos lados buscándola, me sentí cómo el niño de 5 años, montado en su triciclo o bicicleta dentro del mercado a su lado, que siempre que pasaba por ahí le pedía que le comprara sus luchadores o sus canicas.

Pasé a un costado de la virgen ante la cuál siempre se persignaba y me decía “anda, mi niño tu también persígnate”. Esperaba encontrarla en cualquier momento, di un recorrido más por todo el mercado, pero me di cuenta de que ya no soy ese niño, Ella ya no está y que no iba a venir por mí, no por ahora.

Salí del mercado, pasé junto al carrousel una vez más, volteé al cielo y mientras se nublaban mis ojos sólo podía pensar: Cuánto te extraño.

Juventud Sónica en el Salón 21

Thurston Moore en el Sálón 21 - Foto:La Jornada Han pasado varios días, pero el recuerdo sigue tan vivo como su música, todavía sigue fresco el momento en el que arribé al Salón 21, y esperé por media hora el inicio del espectáculo.



Durante los primeros 15 minutos escuché al grupo abridor (que ni su nombre dijeron), el cuál tenía actitud, pero le faltó manejo del público y por ese motivo con gritos de “Sonic Youth! Sonic Youth!”, fueron bajados del escenario sin terminar su presentación.


Estaba impaciente, seguía lamentándome que en el 2004 no los fui a ver al Circo Volador, me sentía nervioso, como niño a la espera de una gran sorpresa, hasta que después de 45 minutos de cambio de instrumentos aparecieron en el escenario. Ya no eran los jovencitos que veía en el video 1991 the year that punk rock broke; se veían mayores, concentrados y listos para deleitar con su música a todos los presentes.

Abrieron con Incinerate, sin pausas continuaron con Reena, con la cuál Kim Gordon atrapó al auditorio con su canto y su baile, el cuál era hipnótico, inocente. Continuaron con su basto repertorio del album Rather Ripped, demostraron la calma con la que también pueden tocar en Do you believe in rapture?; era grato escuchar al público coreando esta pieza.

Mi boleto del concierto

Tocaron también Rats, donde Lee Ranaldo es el vocalista, Confussion is sex!, 100% y Silver Rocket. Se fueron al encore y al regresar tocaron su himno, Teenage riot, que para el público, (que era muy joven, dicho sea de paso) resultó ser una explosión musical con la improvisación final de Ranaldo y Thurston Moore, chocando las guitarras formando una cruz en todo lo alto y llenando el Salón 21 con feedbacks y riffs que sólo ellos dos pueden lograr.


Hicieron un segundo encore, y luego desaparecieron para dar por terminada la sesión musical.

Al salir, me olvidé por completo de mi ausencia en el 2004; la experiencia vivida el 24 de febrero en el Salón 21 fue magistral, los feedbacks y las voces aún retumbaban en mi cabeza, tenía ganas de más, sabía que después de tanto tiempo de seguirlos, dos horas era muy poco tiempo. Sonic Youth es una banda que ha roto los esquemas establecidos y que seguirá en el ambiente musical por un largo tiempo, lo digo por la calidad y la madurez musical que demostraron esa gran noche de febrero.

 
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